


Ayer tarde, a pesar del caluroso ambiente que se vivía en Murcia, un grupo de amigos me acompañaron en la presentación de mi última novela, El ocaso de las siete colinas, que se celebró en la librería Bertrand de Cartagena. Tuve el placer de contar con la ayuda de mi buen amigo, Jeronimo Tristante, para la ocasión. Desde aquí quisiera darles las gracias a los viejos amigos, y a los nuevos también. Estoy seguro de que el tiempo que pasamos juntos, al margen de hablar de literatura y bebernos unas cervezas, tuvimos ocasión de conocernos un poco más a fondo. Nuevamente, gracias a todos ellos